FELICIDAD

FELICIDAD
Y fue en aquel momento cuando empecé a pensar en thomas jefferson, y en la declaración de independencia. En aquella parte que habla del derecho a la vida, la libertad, y la busca de la felicidad. Y recuerdo que pensé... ¿Cómo supo el, que debía poner eso de la búsqueda? ¿Es que acaso la felicidad es algo que, solo podemos buscar, y que en realidad jamás podremos lograr, pase lo que pase? ¿Cómo lo supo?

Nadie es culpable de lo que siente.

El otro día hablaba con mi amiga Maria sobre las cosas emocionantes de la vida y sus maravillas, y salió un tema; el amor. Intercambiábamos ideas sobre si es mejor tener a tu lado alguien durante mucho tiempo o no. Ella defendía la típica idea de que si se echase novio no podría disfrutar de la vida, que un novio a su edad (15 años, creo, muy salá ella) no tendría mucho sentido; yo le dije que no, bueno no se si se lo dije, al menos lo pensaba, miles de cosas pasaban por mi cabeza, pero ninguna coincidía con sus ideas. Mis ideas era que no importa la edad que tengas, porque una de las mejores cosas que puedes haber en esta vida, para mi, una de las delicias es poder querer a alguien, y que te quieran; intercambiar miles de sentimientos, momentos que pasarán a recuerdos, cosas que te llenan, porque, para mí, todo lo demás está vacío, vacío de no haber nada.

Así es, hace mucho, ya bastante tiempo, hace como tres años, que una persona me dijo... "Nadie es culpable de lo que siente" y creo que es verdad. Los sentimientos, ese mundo impresionante y desconocido esta ahí, aguardándote en cada instante de tu vida, para darle el sentido que se merece a la palabra "vida". Deja que cada uno de tus sentimientos corra por ti, exprímelos! Dejarlos ahí guardados será como guardar momentos indelebles de lo  que podría haber sido un trozo de tu vida.

[Últimamente vivo en una burbuja entre cálida y fría,
(en blanco y negro) ,
con ciertos sentimientos de dejadez de la vida alrededor del cuello
como mi bufanda preferida.
 
Llevo a cuestas en la espalda la culpabilidad de estar tan desconectado de todo
(y de todos), de las vidas ajenas, de la mía propia...


Y me cuesta hacerme el fuerte, y duele,
y me tiemblan las piernas,
aunque las lágrimas no salen porque caen hacia dentro de mis ojos.]

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