Estar inmensamente feliz o triste por cualquier tontería, creo, que debería tomarlo como una característica mía ya a estas alturas.
Como dijo aquella tinta inmersa en la piel... nunca es un fallo, es una lección. Nos equivocamos, y lo necesitamos para poder ser mejores. Perdemos cosas, valores incluso, personas por desgracia... que nos hacen pensar y sentir. Que no hay motivo tan fuerte, ni orgullo tan duradero (espero) como para permitir no hablar con alguien, no apoyarle, no decirle "eh! todo va a salir bien!" y no es que esté siempre tristón, simplemente, sé que hay personitas muy buenas, y espero que todo salga bien; porque hay motivos para echar de menos a todas esas personas que un día compartieron sonrisas y tonterías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario