Tiempo de desconectar.

Nos vamos a dar una vuelta. Por ahí, donde sea, a una bonita playa de arena blanca y fina, encerrarnos en una ciudad, echar una pachanga en una cancha en un caluroso agosto, o sentado en un desvanecido parque sobre una trozo de madera... Bajarse un rato, e ir mas lento. Si te acaban de machacar no puedes volver como un cabezón, mejor esperar y atacar mas fuerte luego.

Sin embargo, siempre, por mucho que llueva, granice, por mucha tormenta, siempre hay algún lugar donde estar calentito, que te protege y te calma. Una persona, la cual te hace sentir bien, con apremiados y felices momentos. Motiva muchísimo querer a una persona, quererla de verdad [siento tener que decir querer a alguien de verdad, ya que querer a alguien de mentira seria algo ilógico, pero muchas veces hay mensajes ocultos en esas ocho letras]. Arriesgar, y volver a volcar toda tu confianza en ella. Un simple abrazo, y sentir... sentir como tu mente se despeja, sentir como te calma, sentir cariño, que te protege...

Estamos aquí abajo, tirados en el suelo, viendo como la batalla se desarrolla delante de tus ojos. Levantarse seria bueno, pero también de tontos, si te han tirado ha sido por un error. Levántate cuando tengas la confianza suficiente, pero quizás, la batalla se haya acabado... Controla el tiempo que te mantienes por debajo.

Bonitos efímeros, indelebles y hermosos recuerdos... Lo confieso, me encantan, son como esa persona que te hace happy :). Déjame pensar, luego prometo levantarme y capturar mas recuerdos, bonitos recuerdos... por cierto, te anhelo.